El presunto cofundador del Cártel de Sinaloa, Ismael «El Mayo» Zambada, reiteró en una declaración hecha pública por su abogado que fue «emboscado» y «secuestrado» por un hijo del famoso narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán y entregado en mano a las autoridades estadounidenses.
La larga declaración, la primera directamente atribuible al hombre que las autoridades estadounidenses califican como una importante figura del cártel, que había evadido la captura durante más de medio siglo, ocurre mientras Zambada, de 76 años, espera ser procesado en el mismo tribunal federal de Brooklyn donde El Chapo fue juzgado y condenado en 2019.
Dos de los hijos del Chapo -uno en prisión en Estados Unidos y el otro libre en México- habrían trazado un plan antes de que uno de ellos llevar a Zambada en un vuelo el mes pasado de México a El Paso, Texas, según un funcionario de seguridad mexicano.
Joaquín Guzmán López, uno de los llamados «Chapitos», llegó a un acuerdo con su hermano Ovidio Guzmán López, extraditado a EE.UU. en 2023 y que está en espera de juicio por narcotráfico y blanqueo de dinero, según la secretaria de Seguridad mexicana, Rosa Icela Rodríguez. Los abogados de los hermanos Guzmán niegan que hubiera acuerdo alguno.
En su relato de la impactante traición, como había afirmado previamente su abogado, Zambada insistió: «No me entregué y no vine voluntariamente a Estados Unidos».
«Tampoco tenía ningún acuerdo con ninguno de los dos gobiernos. Por el contrario, fui secuestrado y traído a Estados Unidos a la fuerza y contra mi voluntad», dijo Zambada, haciéndose eco de una versión expuesta inicialmente por su abogado.
Zambada, que se encuentra detenido sin fianza tras declararse inocente el 26 de julio de siete cargos penales federales, entre ellos empresa criminal permanente y lavado de dinero, afirma que la treta que condujo a su captura se puso en marcha con una invitación de Joaquín Guzmán a «una reunión para ayudar a resolver las diferencias entre los líderes políticos de nuestro estado».
El 25 de julio, dijo Zambada en el comunicado, llegó temprano para la reunión, a la que asistió Joaquín Guzmán, a un rancho que estaba fuertemente custodiada por hombres armados con uniformes militares a las afueras de la ciudad de Culiacán, en el estado de Sinaloa. Zambada declaró que le acompañaban cuatro miembros de su equipo de seguridad, incluido un comandante de la Policía estatal.
CNN en español